Son uno de los mayores problemas de las personas que pasan muchas horas en la cama y evitar la aparición de escaras es una de las principales preocupaciones de familiares y cuidadores de estas personas.
Existen numerosas pautas que se pueden seguir para evitar que aparezcan estas heridas y también una amplia gama de productos antiescaras que podemos usar como parte de los cuidados y la vida diaria de las personas mayores o dependientes con poca movilidad. Pero vayamos por partes:
Las escaras o úlceras de presión son uno de los principales problemas en personas dependientes encamadas o en silla de ruedas pudiendo presentar diversas complicaciones. Son lesiones que se producen en la piel y el tejido subyacente debido a la presión, el roce o la abrasión afectando especialmente a las zonas óseas como la parte inferior de la espalda, caderas, talones, y tobillos.
Los síntomas de las escaras son muy variados y pueden oscilar desde un leve enrojecimiento de la piel hasta alguna herida más profunda que puede incluso afectar a los músculos o huesos. Dentro de este amplio abanico de señales de advertencias, las más habituales son:
Podemos encontrar cuatro etapas diferentes por las que pasan las escaras en función de la gravedad de la lesión y los síntomas que se presentan. Identificar su estadio será esencial para saber cómo curar escaras en personas mayores y ofrecer un tratamiento más eficaz.
Las escaras son difíciles de curar y su tratamiento suele ser largo y lento, por eso es importante evitar la aparición de escaras y sobre todo las posibles complicaciones que aumentarán el daño en la piel y, por tanto, el tiempo de tratamiento. A continuación detallamos 4 sencillos consejos:
1. Examinar la piel de las zonas más propensas
Es importante revisar la piel de las personas mayores, cuando estas se pasan mucho tiempo sentadas, están encamadas o en silla de ruedas para evitar que el roce con la ropa de cama y no cambiar de postura favorezca la aparición de escaras. Se puede aprovechar el momento del baño o el aseo para revisar especialmente las áreas más problemáticas: codos, rodillas, tobillos, parte inferior de la espalda, nuca…
2. Mantener la piel limpia, seca e hidratada
Para ayudar a la curación de la escara es importante realizar una correcta limpieza de forma periódica. Para ello lo mejor es optar por una solución salina templada y aplicarla con cuidado sobre las escaras, eliminando además la piel muerta. Además, debemos evitar que la piel se reseque con productos aplicados que favorezcan la hidratación y secar bien el cuerpo para que la humedad no facilite la aparición de gérmenes.
3. Favorecer la movilidad
Mantener durante mucho tiempo la misma posición es la razón fundamental por la que se producen las escaras en personas mayores o dependientes. Para ello debemos cambiar la postura aproximadamente cada 15 minutos en personas en silla de ruedas y cada dos horas en personas encamadas. De esta forma la piel se libera y se favorece la circulación.
4. Utilizar aparatos de apoyo
Existen en el mercado numerosos productos que nos van a ayudar a prevenir las escaras al reducir la presión de la piel sobre la superficie. Productos como los cojines anti-escaras, las piezas de espuma o el colchón de aire son las mejores opciones.
Tanto si lo que quieres es saber prevenir las úlceras por presión como si quieres saber cómo curar las escaras en personas mayores, estas son las recomendaciones más importantes que has de tener en cuenta a la hora de cuidar del mayor:
Evitar las escaras en nuestros mayores es una tarea diaria que requiere de un cuidado y vigilancia constantes pero que evitará grandes problemas en el futuro.
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